Si me preguntas cómo lidiar con el moho en el granito blanco en zonas húmedas, te daré una respuesta honesta basada en mi experiencia personal y en lo que he leído, especialmente porque este problema puede ser muy común. Recuerdo claramente el caso de mi cocina en el que el moho se acumuló alrededor del fregadero. Vi cómo el granito blanco perdía su esplendor y eso me preocupaba. Primero, intenté usar productos comprados, pero es fundamental entender que no todos funcionan igual de bien ni son adecuados para todas las superficies; algunos incluso pueden dañar el granito.
El primer paso que tomé fue realizar una limpieza inicial utilizando una mezcla de agua y vinagre. Es importante usar una proporción de 1:1, es decir, la misma cantidad de agua que de vinagre. Aplicaba esta mezcla con un paño suave y la dejaba reposar unos 10-15 minutos antes de frotar. Esto fue útil para eliminar la capa inicial de moho y, sorprendentemente, mejoró en un 50% la apariencia del granito. Sin embargo, hay que tener cuidado; el vinagre es ácido y no se debe dejar por mucho tiempo en el granito para evitar posibles daños.
Para asegurarme de que el moho no volviera, consulté con un especialista en limpieza de superficies de piedra natural. Me sugirió usar una solución de peróxido de hidrógeno al 3%. Este químico no solo mató el moho restante, sino que también ayudó a blanquear ciertas manchas que parecían imposibles de eliminar. El proceso fue sencillo: aplicaba el peróxido con una botella de spray directamente sobre la zona afectada y dejaba actuar durante unos 30 minutos antes de limpiar con un paño húmedo. Este método fue más efectivo, eliminando el 90% del moho visible.
Cuando me di cuenta de que aún había pequeñas áreas donde el moho persistía, decidí investigar un poco más y descubrí que también existen productos comerciales especialmente diseñados para superficies de granito. Compré un limpiador de moho seguro para piedra, que costaba aproximadamente 20 euros. Tal inversión valió la pena ya que pude ver resultados casi inmediatos tras su aplicación. Si consideramos el costo del granito blanco, que puede oscilar entre los 250 a 450 euros por metro cuadrado, invertir un poco en productos de limpieza específicos es, en mi opinión, algo razonable.
Finalmente, adoptando una estrategia preventiva, instalé un deshumidificador en la cocina. Este aparato reduce el nivel de humedad relativa en el aire, que suele ser superior al 60% en zonas húmedas. Con ello, no solo mantuve el granito libre de moho, sino que también mejoré la salud general del ambiente en mi hogar, haciendo que fuera menos propenso a la formación de moho en general.
Otro detalle interesante lo aprendí hablando con propietarios de empresas que instalan encimeras de granito. Ellos recomiendan sellar las superficies de granito regularmente como parte del mantenimiento. Usando un buen sellador, que normalmente tiene un costo de unos 30 a 50 euros cada uno o dos años, se puede prevenir no solo el moho, sino también las manchas y daños que resultan de líquidos derramados. Notarás que, después de sellar la encimera, la superficie se vuelve más resistente y fácil de limpiar.
Ahora bien, si alguna vez te has preguntado cuál es la razón principal por la que el moho se siente tan atraído por el granito en áreas húmedas, la respuesta radica en la combinación de porosidad y humedad constante. El granito, aunque es una piedra dura, puede tener microporos que atrapan la humedad. Estas condiciones son ideales para el crecimiento de moho.
Para concluir, asegúrate siempre de limpiar cualquier derrame inmediatamente y mantener la zona seca. Utilizar paños de microfibra para la limpieza diaria también ayuda a mantener la superficie en buen estado. Si tomas estas medidas, es menos probable que tengas que lidiar con moho en el futuro.