Cuando se trata de la preparación de alimentos, siempre me aseguro de hacerlo en superficies que sean seguras e higiénicas. Una de las opciones más populares en el mercado actual para las cocinas modernas es la encimera de cuarzo. ¿Pero realmente es segura para cortar y trabajar alimentos? Absolutamente sí. En comparación con las encimeras de mármol o granito, las encimeras de cuarzo no son porosas, lo que significa que no absorben líquidos ni retienen bacterias tan fácilmente. Esto reduce significativamente el riesgo de contaminación cruzada y hace que estas superficies sean una excelente opción para preparar alimentos.
A nivel técnico, el cuarzo es un material compuesto. Se forma mezclando alrededor de 90-95% de cristales de cuarzo natural con resinas poliméricas y pigmentos. Esta combinación crea una superficie extremadamente duradera y no porosa. A diferencia de materiales naturales como el granito, que necesita ser sellado periódicamente debido a su porosidad, el cuarzo proporciona esa capa de seguridad sin necesidad de mantenimiento constante. Además, hay un sinfín de colores y acabados disponibles en el mercado, por lo que prácticamente hay una opción de cuarzo para cada estilo de cocina.
Con respecto a la resistencia a las manchas, he notado que las encimeras de cuarzo superan en rendimiento a muchas otras opciones. Mientras cocino, a veces derramo salsa de tomate o vino tinto, pero el cuarzo tiene una alta resistencia a las manchas. Si bien es cierto que ningún material es completamente a prueba de manchas, el cuarzo puede soportar el uso diario y las manchas más comunes en la cocina. Esto es especialmente valioso en hogares donde se cocina con frecuencia.
En cuanto a su durabilidad, la resistencia del cuarzo es impresionante. Con una dureza de 7 en la escala de Mohs, es uno de los materiales más duros utilizados en la fabricación de encimeras, superado solo por piedras preciosas como el diamante. Esto significa que es menos probable que se raye o se dañe con cuchillos y utensilios de cocina, otro punto a favor cuando pienso en la seguridad y el mantenimiento de la cocina. Sin embargo, siempre es recomendable usar una tabla de cortar para proteger tanto los utensilios como la superficie.
Algunas recomendaciones, como evitar colocar ollas extremadamente calientes directamente sobre el cuarzo, son comunes, pero eso no es una falla del material. Es más bien una precaución general para mantener la estética y la integridad de cualquier encimera de cocina. El cuarzo no es tan resistente al calor como algunos materiales naturales, pero esa pequeña desventaja se compensa con creces por sus beneficios higiénicos.
En mi experiencia personal y a través de informes de la industria, como los proporcionados por la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas en EE. UU., el cuarzo mantiene su popularidad no solo por su apariencia elegante, sino también por su practicidad diaria. Con una vida útil que fácilmente puede superar las dos o tres décadas con cuidado adecuado, invertir en una superficie de cuarzo es una decisión respaldada tanto por la funcionalidad como por la estética a largo plazo.